Moz y sus músicos saludando al público. FOTO: Ceci Gomez |
Algunos fueron a ver al ícono del post punk, al líder
de The Smiths, al maestro de las poses sarcásticas, al héroe de la
comunidad gay, al galán siempre decadente, al extremista del
vegetarianismo y al poeta de los amores mal paridos. Otros fueron a ver
simplemente a Morrissey. El músico británico pasó sorpresivamente por el
salón Metropolitano y ofreció un show de alto volumen con un repertorio
de nuevas y antiguas canciones cubriendo con su habitual triste alegría
la noche del sábado. Sonidos de los dorados 80's y de principios del
siglo XXI se mezclaron con nostalgia, cínica inocencia y potencia sonora
para desandar una reconfortante experiencia. Con la presencia de
Morrissey, Rosario abrió una larga lista de visitas internacionales de
la escena del rock y el pop.
Inesperadamente los rosarinos se enteraron del
recital de Mozz poco menos de un mes antes de la fecha de realización,
como corolario de las negociaciones de los promotores de la gira del
cantante con los productores locales, incorporando a Rosario a un tour
que lo trajo al sur del mundo para el chileno Festival de Viña del Mar, a
Mendoza y Córdoba, y que ayer lo puso sobre el escenario de Gimnasia y
Esgrima de Buenos Aires (Geba).
Puntualidad inglesa. Con puntualidad
inglesa, a las 21 fue la vez de la telonera, la cantante norteamericana
Kristeen Young, quien se las arregló sola para atraer la atención del
público con una performance donde consiguió con soltura combinar
folclore inglés, estructuras vanguardistas y reconocibles tonos como los
de su colega británica Kate Bush en su voz.
Una pantalla gigante con videos musicales de antaño
(en los que canta hasta Brigitte Bardot) precedió a la banda que hizo su
presentación formal al estilo Morrissey. Abrazados, primero saludaron
al público con una reverencia y luego abrieron el recital con un clásico
de clásicos, "The First of The Gang to Die".
se terminaron las discusiones acerca de la
publicidad de su sexualidad y de la herencia musical de Morrissey. Un
comienzo quizás demasiado arriba fue abonado con el vitoreado "You Have
Killed Me", el movedizo "You're The One For Me, Fatty" y dos de los
temas más populares del oriundo de Manchester: "There's a Light That
Never Goes Out" y "Everyday is Like Sunday".
Sin dudas se trató del mejor segmento del concierto.
Con un público encendido, coreando los temas, y un Morrissey conocedor
de estas lides, las manos se estiraron incansables hacia el escenario
para tocar al mito, toda un tradición en los espectáculos del cantante,
así como las invasiones de escena, que esta vez no ocurrieron.
Dramatización. Con el saludo de
protocolo a los asistentes y con guitarras españolas al vuelo se inició
una otra etapa del show. "When Last I Spoke To Carol" mereció además una
especial dramatización del intérprete, demostrando en ese momento su
particular bagaje de movimientos y gestos que lo caracterizan.
El romántico "Alma Matters" y el nuevo "I'm Throwing
My Arms Around Paris", de su último disco "Year of Refusal" le dieron
paso a "Ouija Board, Ouija Board", un éxito de 1989, y a "I Will See You
In Far Off Places", de su penúltimo trabajo discográfico, "Ringleader
of the Tormentors".
Luego el cover de The Smiths "I Know It's Over" y el
bellísimo "Let Me Kiss You", con la camisa de Morrissey arrancada de su
cuerpo de un tirón y ofrecida al público, fueron parte de la
presentación oficial de la banda.
Boz Boorer es la piedra angular de donde el grupo
extrae su rock, muy bien acompañado por el bajo de Solomon Walker y la
segunda guitarra de Jesse Tobias. Matt Walker en batería y Gustavo
Manzur en teclados completan una formación. Morrissey se refirió a ellos
calificándolos de "extremadamente peligrosos".
A esa altura los cambios de camisa habían sido varios
y las prendas siempre fueron reemplazadas por otras con el mismo diseño
pero en diferentes tonos. Sobre ese particular, Morrissey y sus músicos
salieron a escena con una remera azul que reproducía en su pechera la
leyenda "NME is shit", en relación al juicio pendiente con una instancia
en la Corte Suprema que el cantante tiene con la popular revista de
música contemporánea británica, a la que Mozz acusa de tergiversar sus
palabras en una entrevista.
La despedida. La oscura "Black
Cloud" fue el interludio para arribar a la cruda y panfletaria "Meat is
Murder" (carne es asesinato) con el que el cantante exhibe su vegamismo
(aquellos que no comen carne ni derivados animales) con un impactante
video sobre el sufrimiento de éstos últimos para su consumo humano.
Antes de "Please, Please, Please Let Me Get What I
Want" Morrissey hizo otra alusión al tema Malvinas (ver aparte) para,
después de "Scandinavia" y "Speedway" cerrar el recital con la
archifamosa "How Soon Is Now". Para el bis quedó "One Day Goodbye Will
Be Farewell", dando cuenta de una despedida sin estruendos. Afuera todos
contaban qué Morrissey les gustó más. Lo mejor es que todos estuvieron
allí.
>> Setlist:
01. First Of The Gang To Die
02. You Have Killed Me
03. You're The One For Me, Fatty
04. There Is A Light That Never Goes Out
05. Everyday Is Like Sunday
06. When Last I Spoke To Carol
07. Alma Matters
08. I'm Throwing My Arms Around Paris
09. Ouija Board, Ouija Board
10. I Will See You In Far-Off Places
11. I Know It's Over
12. Let Me Kiss You
13. Black Cloud
14. Meat Is Murder
15. Please, Please, Please, Let Me Get What I Want
16. Scandinavia
17. Speedway
18. How Soon Is Now?
19. One Day Goodbye Will Be Farewell
FUENTE: http://www.lacapital.com.ar/escenario/Morrissey-mostro-en-Rosario-lo-mejor-de-sus-virtudes-musicales-y-teatrales-20120305-0006.html