Typical Me | The Smiths y Morrissey en Español

FOTO por Maia Triñanes

Un intenso viaje fugaz

Por Ale Kapacevich

Uruguay fue una travesía maravillosa. De esas escapadas clandestinas que uno hace en el día y tiene que regresar lo más rápido posible para retomar sus actividades cotidianas. De antemano ya habíamos comprado los pasajes en buquebús. No nos quedó otra que sacar clase business para poder viajar en el buque más rápido (Papa Francisco)…nos sentíamos casi VIP, pero nada que ver. Nos importaron un carajo las miradas despectivas de la clase alta como diciendo “¿A estos los dejaron pasar?”. El viaje salió demorado porque había mucha gente en la parte de migraciones, y además tardó en cruzar el río de la Plata por la lluvia y la mini sudestada que se armó.

Ni bien arribamos a Montevideo, fue un caos conseguir un taxi. Esperamos un buen rato y C, Romi y Jorge fuimos directo al Teatro de Verano. Eran aprox. las 11/11.30 am y allí ya estaban desde temprano Alvaro, Angela, Diego, Tania y Jazmín. La lluvia era tal que ni siquiera el pequeño techito alcanzaba a cubrirnos… por eso, C, Romi y yo nos fuimos con el mismo taxi a hacer el check-in del hotel que habíamos reservado. El hotel más que nada era para dejar nuestras mochilas, y poder darnos una ducha. El clima se veía amenazante y, aunque la productora del evento había comunicado que el show no se suspendía por lluvia, temimos lo peor. Más que nada por una mujer irrespetuosa que literalmente se nos coló en el taxi… dijo –en inglés- que había hablado con el crew de Moz y que el show iba a suspenderse… qué mala vibra, por Dios!!! Sin embargo, nuestros pensamientos siempre se mantuvieron positivos durante el transcurso del día y eso ayudó. No había posibilidad de que se pospusiera el show por mal clima, porque Morrissey debía viajar sí o sí a Lima al día siguiente. Luego de conseguir chips de datos para el celular y haber comido algunos snacks para calmar un poco el hambre, ya nos fuimos definitivamente a hacer cola en el Teatro de Verano. Éste está ubicado dentro del Parque Rodó, a pocos metros de la costa del río. Un lugar hermoso. A todo esto ya había parado de llover, aunque seguía bien gris y con unos nubarrones oscuros realmente amenazantes. Para colmo todos los pronósticos auguraban más lluvias y tormentas por la tarde y la noche.

Alrededor de las 5 pm llegó nuestra amiga Maia, que había partido con Manuel desde Buenos Aires al mediodía e hizo el trayecto en bus y buque. Al rato nos fuimos bien cerca a comer unas pizzas acompañadas por una cervecita del lugar (la Pilsen, claro está). Maia tiene una historia muy personal y conmovedora con Montevideo, y su última visita había sido hace 20 años atrás. Siempre digo que solo existen las causalidades –lo de casualidad simplemente es un nombre errado- y con el paso de los minutos, veíamos como el cielo iba abriéndose poco a poco. Un milagro. Morrissey DEBÍA tocar esa noche en Uruguay… debía hacer su debut allí.

FOTO tomada con la cámara de Diego Gutierrez Siegels

En el tramo final de la espera, retiramos nuestras entradas en la boletería; nos encontramos con Viviana y Vicky (la niña maravillosa que subió al escenario del Opera a abrazar a Moz), y otros amigos de Argentina. También saludé a Marcelo de la excelente banda indie argentina ABducidos, y a Jonathan y Christian de Uruguay, a quienes había conocido en 2012. En la cola, la misma persona maleducada que se nos coló en el taxi también se quería colar del puesto asignado en la lista -gracias Alvaro y Angelita por mantener el orden y apaciguar las aguas. De hecho, lo terminó haciendo y junto con su otra impresentable amiga comenzaron a “boquear” e insultarnos en inglés. Entendíamos perfectamente lo que decían, se lo aclaramos todos y seguían en la misma tesitura. Hasta nos acusaron de “pshycho argentinians”. C se puso mal por la situación tensa de la discusión. Pero no dejamos que eso tire abajo nuestra felicidad y ganas de disfrutar a Morrissey en vivo. En fin, solo puedo decir que Dios bendiga a esa gente para que aprenda de sus errores….aunque si de algo estoy seguro es que no quiero compartir NADA con esas personas. Mejor ignorar y tenerlas lejos.

Al entrar al anfiteatro todos nos fuimos directo a la valla. Ésta era semicircular y se encontraba alejada del escenario, separada por una fosa profunda. Imposible intentar saltar o querer darle la mano a Moz. Yo quedé ubicado al lado de la niña Vicky, quien recibió varias púas de parte de Jesse Tobias y entregadas por un asistente de escenario de Morrissey (incluso él pidió tomarse una foto con la niña). A mi lado también estaban C, Vivi, Diego, Romi, Jorge, Maia y Manuel. Un poco más lejos, Angela y Alvaro. Para ese entonces empezaba a caer el sol, y veíamos como se asomaba la noche con un cielo despejado y una luna preciosa. Una noche ideal compartida con amigos. Gus Manzur nos regaló algunos saludos y sonrisas mientras probaba sus instrumentos.

FOTO por Diego Gutierrez Siegels

El show comenzó a las 21.30 tras la media hora de los videos favoritos de Moz. Nuestro ídolo salió al escenario nombrando a la ciudad de Montevideo. El lugar estaba bastante lleno (no se si se agotaron todos los sectores, pero incluso había gente que lo veía desde la altura detrás del alambrado) y la energía que uno percibía era de tranquilidad, emoción y buena vibra. Todo eso junto. Fue diferente a lo vivido en el Luna Park, pero no por eso fue “peor”. Fue distinto: otro país, otro recinto, otra gente. Había relajación pero mucha intensidad. Muchos Uruguayos era la primera vez que veían a Moz y se los notaba emocionados. Morrissey también lo estaba… por eso cuando él mismo seleccionó sus shows favoritos de Sudamérica, puso a Montevideo en tercer lugar. Habrá tenido sus propias razones válidas. Creo que sus elecciones no solo tienen que ver con la reacción del público, sino también con cómo se siente él ese día arriba del escenario, cómo está el monitoreo que les llega tanto a él como a los músicos, y otros factores que seguramente no vemos ni percibimos.

FOTO por Maia Triñanes

El setlist consistió en una mexcla perfecta de hits solistas (Suedehead, Everyday Is Like Sunday, You Have Killed Me, First Of The Gang To Die, Paris, etc.), pasando por canciones del último álbum y clásicos favoritos de fans (Speedway, Jack The Ripper, The World Is Full Of Crashing Bores) hasta deleitarnos con 4 temas de The Smiths, incluyendo dos de sus más políticos en toda su carrera: Meat Is Murder y The Queen Is Dead.

Morrissey cambió 3 veces de camisa. La primera simplemente se la sacó y la guardó. A partir de la segunda tenía una cuyo diseño era similar a la que usó en el DVD “25 Live”. Ésta la tiró hacia el lado izquierdo durante Let Me Kiss You. La última, era hermosa y totalmente floreada…la cual volvió a tirarla del lado izquierdo y algunos amigos/as pudieron obtener un pedazo. Feliz por ellos/as!!!

Vivimos un show hermoso con un Morrissey en estado de gracia, contento y con una voz espectacular. Es difícil buscar sinónimos para seguir calificando al hombre más encantador de la tierra. Si siempre uso los mismos es porque es la pura verdad.

Al salir del Teatro de Verano, la noche seguía espléndida. Todos nosotros pudimos despedirnos de Gustavo Manzur con fuertes abrazos, fotos y palabras muy emotivas. Luego nos tomamos una cervecita, sentados en la avenida que bordea la costa. C, Maia, Romi, Jorge y yo no encontrábamos taxi para ir al hotel a retirar nuestras cosas e ir a la terminal de bus Tres Cruces. Estábamos jugadísimos con el tiempo. De repente, aparecieron dos taxis que nos salvaron la vida. Pensábamos que nuestro viaje de regreso a Colonia en bus iba a ser una especie de viaje de egresados, pero estábamos tan cansados que poco a poco nos fuimos durmiendo. Y el último tramo en buque desde Colonia a Buenos Aires, también fue realizado durmiendo. Veníamos todos juntos con nuestros cuerpos agotados pero con sonrisas llenas de felicidad en nuestros rostros.

Llegamos 8 am del viernes 18 a Baires, y ahí cada uno siguió su camino: algunos nos fuimos directamente a trabajar (yo sentía mareos y el vaivén del oleaje del río en mi cabeza), otros seguían de vacaciones y otros debían preparar bolsos y/o equipaje para emprender viaje a Perú.